martes, 7 de abril de 2015

Els Tres Tombs d’Alella


 

El pasado 26 de enero Alella celebró su segundo Tres Tombs después de que desde mediados de los años 60 dejara de hacerlo. El empeño de la colla de Trabucaires del Vi d’Alella, y en especial de Quico Lluch, ha consolidado la fiesta. Es encomiable la labor de toda la colla de nuestros trabucaires en seguir buscando en nuestras raíces locales para recuperar cualquier manifestación cultural de nuestro pueblo. Si en la primera edición del año pasado participaron 50 caballos en ésta lo han hecho 64. Muchos de nuestros pueblos vecinos pese a su larga tradición en las típicas “tres pasadas” no consiguen la concurrencia de tanto jamelgo. La afición caballística de mi hija Beatriz me ha llevado a conocer algunos Tres Tombs de la comarca. Por ello puedo asegurar que el nuestro, pese a la bisoñez del evento recuperado, está entre los grandes. Por la participación de jinetes y carros, por la organización, por la concurrencia de nuestros vecinos. Beatriz el año pasado tuvo el orgullo de ser una de las dos cordoneras de la bandera luciendo traje de fémina trabucaire y escoltando a Ona que era la abanderada. En la presente edición Beatriz ha sido la abanderada y Ona ha asumido el rol de cordonera, acompañadas por Mia en el otro cordón de la bandera. El traje de trabucaire ha dado paso éste año a traje de doma. Las tres estupendas y elegantes. Rania, la yegua de Beatriz, árabe pequeña pero con clase. Simpática con todos y mimosa con los más pequeños que se acercaban a regalarle una caricia o hacerse una foto. La jornada, que empezó con un buen desayuno de butifarra con monchetes, hubiera acabado perfecta tras las pasadas y la bendición de Mosén Fábregas a todos los animales que solicitaron la protección de su patrón San Antonio de no haber acabado con parte de la cresta de Can Comulada devastada en su vegetación por un incendio de autoría extraña. Efectivamente. Sobre las 13.30 horas las llamas iniciadas en la Conrería a la altura de Tiana alcanzaban nuestro pueblo asomando por Can Comulada. La ráida intervención de varias dotaciones de tierra de bomberos, cuatro medios aéreos (dos helicópteros y dos hidros), de nuestra Policía Local, de nuestra sección de ADF y de varias dotaciones de Mossos d’Esquadra impidieron que las consecuencias de ese fuego no llegaran a más. La alerta provocó la breve evacuación de algunos vecinos. Y mis compañeros regidores Ana, Isabel, Fede, Marc, Cristina, Rosa y Gloria, capitaneados por el alcalde, estuvieron en todo momento a pie de llamas unos y haciendo bocadillos para los bomberos o agentes otros. En momento así da gusto ser su compañero. Por fortuna, este incendio en poco se pareció al que en agosto de 1994, apenas un mes antes de mi boda en Sant Feliu. Amenazó a Alella. Esa noche sí que se fundieron las suelas de mis deportivas entre las llamas.


(Artículo El Full, febrero 2014)

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