Lobos y corderos. Elecciones al ICAB
Queridos amigos,
Como sabréis por anteriores entradas, ando enfrascado en las elecciones al Decanato y renovación de cargos de la Junta del Colegio de Abogados de Barcelona, institución secular. Desde este blog, en innumerables ocasiones, he defendido aquello que en otros tiempos se llamaba cuerpos intermedios (entre los que se hallan los Colegios Profesionales, las Cámaras agrarias, de Comercio, Urbanas,…) y la necesidad de potenciarlos frente a la intromisión – de tendencia por desgracia totalitaria – de los partidos políticos, cualquiera que sea su signo.
La campaña, como era de esperar, se ha iniciado en un tono bajo, como de música de fondo de clínica odontológica. Sin embargo, la aparición de la Candidatura Segura, de la que me digno formar parte, y su defensa sencilla, sin estridencias, de que el Colegio ha de estar al servicio de Todos, y moverse en el plano estrictamente profesional que le pertoca, ha provocado el efecto inmediato y previsible…el cordero deviene lobo cuando la tribu reclama su parte en el pastel y advierte riesgos.
Me cuentan que ayer se presentó públicamente la candidatura Domingo, candidato a Decano del Colegio. Nada de intereses profesionales, necesidades de los abogados, reforma del Colegio, mejora de los servicios. Nada del programa. ¿No le gustan mis principios? ¡Pues aquí tengo otros! Nada de nada. Discurso monocorde y casi exclusivo en relación a la “catalanitat i el dret a decidir”.
Uno tras otro, las cabezas visibles de la candidatura, clamaron contra la opresión del pueblo catalán y la defensa de la catalanidad. De traca i mocador. Supongo que se refieren a la catalanidad de Balmes, de Torras i Bages, de Pla, de Dalí, de Tarradellas, de Eugeni d’Ors, de Gironella, de Boadella.
Me cuentan, y la fuente es indiscutible por su virtud personal, que el candidato Domingo le dice a los allí presentes que “hem de saber explicar als tribunals el que reclama la població. El col·legi ha d’ assumir aquest compromís. El col·legi ha de tenir el coratge i valentia suficient per tirar endavant. El col·legi s’ha d’implicar davant tots els poders polítics per fer sentir la veu de la ciutadania. El col·legi ha de ser obert i democràtic. Recuperar la catalanitat que ha perdut”, y luego cita el Congrès de Cultura Catalana.”
Luego, la frase manida de que, con cita estatutaria, el ICAB debe estar al servicio de las necesidades de los ciudadanos.
A buen entendedor…de ahí a integrar el Colegio en alguna supra-plataforma mesiánico-liberadora…un paso.
La campaña toma tono. La música se eleva. Aullidos. El Poder público no puede permitir que nada – y menos una institución tan relevante como el Colegio de Abogados de Barcelona – escape a su control absoluto. Se enmascara otra vez – nos suena – en el sofisma del derecho a decidir – que en boca de un jurista suena a broma de mal gusto -.
El Colegio, dígase de nuevo, está al servicio de los intereses profesionales de los colegiados. Única y exclusivamente. Y tiene, como todas las instituciones en un Estado de Derecho – dijo Pero Grullo – dos límites: uno intrínseco, que es el que viene dado por su propia naturaleza y finalidad; y otro, extrínseco, que viene dado por la legalidad vigente conformada por el Ordenamiento Jurídico, y en su cumbre, la Constitución Española. Más valdría que los colegiados dejáramos de leer novelas de fin de semana y recuperáramos las viejas lecciones de Schmitt, Kelsen, Hauriou, Lowenstein. Así lo decimos en Candidatura Segura.
Decir esto escuece las estructuras de poder. Pues digámoslo bien alto. Barcelona, Cataluña, España, se merecen un Colegio de Abogados de Barcelona que sirva a los exclusivos intereses de sus colegiados. Nosotros, como decía Ortega, ¡a las cosas! Los demás, que sigan con sus trabalenguas y sofismas.
(Lobos y corderos. Elecciones al ICAB. Por Jorge Buxadé. http://jorgebuxade.wordpress.com/
Compañero, amigo y par en la Candidatura Segura)
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