ALELLA: Un año de gobierno social-republicano…y ya van nueve!!!

Se dice que un año es el plazo correcto para hacer valoraciones de los responsables políticos electos. Este mes se cumplirá el año de la reelección de Andreu Francisco como alcalde de Alella por tercera vez, y por lo tanto del gobierno de ERC (junto con su llavero ocasional y local) y PSOE-PSC. De los componentes de su primer gobierno al frente del ayuntamiento de Alella sólo le queda a la ex regidora y ex presidenta del Partido Popular de Alella, Ana Fernández, reciclada en regidora de ERC, y que mantuvo como cargo de confianza, y cobrando como tal, hasta que ha conseguido ponerla como regidora de gobierno. Del resto de componentes de su equipo ya no le queda nadie. De su segundo gobierno sólo le queda a una regidora…el resto ya no están con él. Pero si que mantiene los votos suficientes como para seguir siendo alcalde de Alella, algo de lo que él presume y justifica en su “trato personal” con los vecinos. Esa forma de hacer política que tanto gustaba a personajes como Jesús Gil, o con la que el propio Rey sigue feliz. Me decía un pariente próximo al monarca cuando le pregunté por su declaración de arrepentimiento que “Su Majestad sabe lo que el pueblo quiere oír y espera oír de su soberano…y eso es lo que les ha dado”. Algo que coincide también con el talante del reelecto alcalde…él dice a cada uno lo que esperan oír de él. Y aún asumiendo que Alella es sociológicamente un municipio de centro-derecha él no tiene grandes problemas para seguir gobernándolo, incluso con los votos de la izquierda socialista. Hay que reconocer que es una habilidad que podrá permitirle seguir viviendo de la política probablemente mucho tiempo. Un año después, su programa electoral no se ha materializado en acción de gobierno. No hay, ni probablemente habrá, Casal. Las políticas sociales se estrechan. Los cargos de confianza se amplían. El consenso con el resto de fuerzas políticas que representan a la mitad de los vecinos de Alella sigue brillando por su ausencia. Es más, de hecho no hay comunicación alguna entre el alcalde y el resto de portavoces para tratar ningún asunto importante. Ni siquiera se ha contado con los grupos de oposición para la aprobación definitiva del POUM que en su momento fue apoyado por casi todos. Su tramitación posterior ya no ha contado con el consenso de nadie. Eso sí, cada 14 de abril sigue homenajeando a un régimen que acabó con la vida de muchos españoles.