Otra minoría de unos 150 radicales separatistas se han manifestado hoy en El Bruc exigiendo que no se levante el Toro de Osborne que tiraron hace unos días ya por cuarta vez. Aprovecharon, como no podía ser de otro modo, para exhibir banderas separatistas y reclamar la retirada de cualquier símbolo español (¿se creerán realmente que viven fuera de España?). El Toro se encuentra en una propiedad privada que no ha sido respetada ya en cuatro ocasiones por estos adalides de las libertades. Será la empresa Osborne la que levante, una vez más, el último de los Toros catalanes que desde hace casi 60 años han venido acompañando a los españoles en sus viajes por carretera. Desde Cataluña a Galicia, pasando por Aragón y Castilla. Y desde Vascongadas a Ceuta, pasando por Madrid, el Toro de Osborne ha sido un fiel referente de los conductores hispánicos. En la mini-manifestación del Bruc se encontraban también los dos separatistas, sus amigos y familia, que están pendientes de ser juzgados por haber intentado dañar el mismo toro el julio pasado. Bonito ejemplo de tolerancia, invadir la propiedad privada y causar daños en las cosas de los demás. ¿Tendrán coche éstos individuos? ¿Vivienda? ¿Les gustaría que alguien entrara en esas propiedades y se las destrozara?
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