LA GACETA
29 de noviembre, 2009
La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, está ultimando con el equipo jurídico del partido un Código de Buenas Prácticas que prohibirá recibir determinados regalos y vigilará más el procedimiento de contratación del partido. Se prevé que pueda aplicarse con la entrada del nuevo año.
La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, está ultimando con el equipo jurídico del partido un Código de Buenas Prácticas que prohibirá recibir determinados regalos y vigilará más el procedimiento de contratación del partido. Se prevé que lo apruebe el Comité Ejecutivo que tendrá lugar en la segunda quincena de diciembre para que pueda aplicarse con la entrada del nuevo año.
Con estas reglas de conducta el PP quiere reforzar su "compromiso ético", potenciando la transparencia y el compromiso de ejemplaridad de los cargos del PP. Para ello, pretende ir más allá de lo legalmente exigible, como ha dicho reiteradamente Mariano Rajoy.
Ana Mato aseguró que el objetivo de este código es aumentar "la transparencia, la exigencia, la responsabilidad y la ejemplardad", un "compromiso público" que, según dijo, tendrán que asumir los cargos de su partido.
La regulación de los regalos ocupará un capítulo clave, después de que el llamado caso Gürtel haya puesto en la picota las supuestas dádivas con las que miembros de la trama de corrupción liderada por Francisco Correa agasajaban a cargos públicos del PP.
El PP prohibirá la aceptación de regalos que no respondan por su importe o causa a los usos y costumbres sociales, en línea con la propuesta que el partido ha incluido en el Pacto por la Transparencia y contra la Corrupción que han remitido a los demás partidos. Tampoco se pondrán recibir regalos de empresas que trabajen con el partido.
Aunque el cumplimiento de estas exigencias dependerá en buena parte de la actitud de la persona, el partido quiere controlarlo en la medida de lo posible a través de los Comités de Derechos y Garantías del PP.
El Código de Buenas Prácticas también recogerá un apartado relativo a la transparencia del sistema de gestión interna del PP. El objetivo es vigilar más los procedimientos de contratación (en línea con las cláusulas de la Ley de contratos del Estado sobre publicidad y concurso), así como exigir unos requisitos éticos a las empresas. Rajoy ya anunció en octubre que a partir de ahora intentará enterarse de quien está detrás de las organizaciones de los actos del partido para que en el futuro no se repitan episodios como los de caso Gürtel.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, destacó hace unas semanas que la convención que el partido celebró en Barcelona era el primer acto de esta envergadura que no se había encargado a ninguna empresa externa.
El nuevo texto que está preparando Ana Mato guardará similitudes con el que en 1993 impulsó José María Aznar, entonces presidente nacional del PP, a raíz de los casos de corrupción que salpicaban a la administración de Felipe González.
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