“Yo prefiriría más no encontrarme en la Eurocámara a Alejo Vidal-Quadras, porque nos obliga a vigilarlo y desmentir todos los disparates que dice en Cataluña, lo que me quita tiempo para hacer el trabajo y construir”. Entre otras lindezas, esas palabras salieron el otro día de la boca de la candidata núm. 4 del PSOE-PSC, Maria Badía Cutchet o Cutxet, según el medio. No se conforma la inacabada estudiante de Filología con estropear el buen nombre del candidato popular, Alejo Vidal-Quadras, colocándose en una poco agraciada foto junto a él sino que además llega a la descalificación personal.
María Badía tendría que renunciar a su condición de candidata socialista porque sus aledaños huelen mal. Algún pages reciclado en candidato alude a actividades pasadas de la familia del candidato popular que en su momento eran tan lícitas como cualquier otra, pese a la amoralidad que siglos después pudiera resultar de las mismas. La esclavitud fue el negocio con el que muchos catalanes ilustres hicieron fortuna...Güell, Antonio López. Eran otros tiempos y resulta soez utilizar eso como argumento de descalificación. Pero más soez es que algunas familias se dediquen hoy en día a negocios ilegales o turbios en la actualidad.
La asistenta personal de María Badía en el Parlamento Europeo, y persona de su máxima confianza, Esther Niubó Cidoncha es la esposa de un conocido de la policía barcelonesa. Su marido, Rubén Castillejo Olivé empezó trabajando de portero en locales "after hours" a finales de los noventa. Consiguió ganarse la amistad y la confianza del propietario del local Balemes 88, un francés al que le gustó y le promocionó. Sin estudios pero con mucho tacto, Rubén Castillejo enamoró al francés hasta el punto de que éste le hizo su amigo de confianza. Rubén ascendió en el organigrama de la empresa de ocio que era propietaria de muchos otros locales, como el Merci, de Viladecans, KISS, Y'Pic, ... Todos ellos conformaban el grupo Madness. Con el tiempo, Rubén fue nombrado administrador testaferro del grupo. Hasta ese punto había llegado la complicidad entre el maduro francés y el entonces novio de Esther Niubó. Eran un trío aparentemente perfecto, hasta que la avaricia hizo que asesorados por abogados afines a la calle Nicaragua, apartaran al propietario de la titularidad del grupo empresarial. Eso ocurría a finales del 2007. ¿Para qué conformarse con una parte del negocio aguantando al maduro francés si podían quedarse todo para ellos dos? La operación resultó perfecta y de un plumazo el empresario francés vió como un negocio de más de un millón de euros acababa en manos de Rubén y Esther Niubó. la asesora personal de María Badía. La trama reunía elementos del mejor guión de película. Incluso uno de los novios del francés, presentado por Rubén, declaró en un Juzgado de Instrucción que el ahora esposo de la asesora de María Badía había contratado unos sicarios para asesinarlo y quitarlo definitivamente de en medio.
En los locales que ahora son propiedad del esposo de la asesora personal de María Badía se venden drogas, no se respeta el descanso de los vecinos, se incumplen las normativas de ruidos y de cierres de locales de ocio. En una redada policial efectuada a finales de enero de 2006 en el local Merci, cuando la policía ordenó encender las luces aparecieron en el suelo 379 pastillas de éxtasis, 28 papelinas de cocaína, armas blancas y se levantó acta por infracción del horario de cierre y por consumo de drogas del propietario.
Estos son los negocios y aficiones de la familia de la asesora de María Badía. Pero ésto no es todo. Esther Niubó y su marido, el portero reciclado en propietario usurpador de negocios ilegales, compran en efectivo joyas en Francia. A Esther Niubó le encanta la marca Cartier y en su delegación en Montpellier han comprado joyas por muchísimos miles de euros. Relojes de 80.000.- €, pendientes de 30.000.- €, bolsos, sortijas... ¿Será el mecanismo de blanqueo de este lucrativo negocio? ¿Así entiende María Badía el flujo de capitales europeos?
Para finalizar, Esther Niubó, ante el cabreo del que hasta entonces creía eran sus amigos, el francés, presentó una querella por un delito contra el honor contra el esquilmado francés que, según el propio abogado de su marido, fue pagada por el PSC.
Yo sí preferiría no encontrarme a María Badía en el Parlamento Europeo ni a su asistente.
Tarjeta roja pues para María Badía. Ella no puede jugar este partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario