Apenas un año después de ganar las elecciones en una campaña que negaba la crisis económica y prometía el pleno empleo, el Gobierno socialista de Zapatero ha sufrido en sus carnes las consecuencias de la crisis y el engaño a los ciudadanos. El responsable económico del gobierno, Solbes, ha sido despedido por la puerta de atrás. La ministra de Fomento, Alvárez, ha recibido la patada hacia Europa. Sin embargo, Zapatero ha optado por incorporar a su gobierno a lo más reaccionario del socialismo felipista. Toda la cúpula del PSOE se sienta ahora en el Consejo de Ministros. El Presidente del PSOE y dueño del cortijo en que ha convertido la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ocupa una Vicepresidencia y será el titular del Ministerio de Cooperación Territorial . El Vicesecretario General, Pepiño Blanco, es el nuevo responsable de la cartera de Fomento. Y la compañera de Felipe González, Trinidad Jiménez, accede al Ministerio de Sanidad. Les acompañan la portavoz de los titiriteros, Angeles González-Sinde(scargas), como ministra de Cultura, el impulsor de la antidemocrática política del cordón sanitario contra el PP, el hermano de Iñaki Gabilondo, Angel Gabilondo, Ministro de Educación, y la centuriona de los funcionarios socialistas, Elena Salgado, ocupará la Vicepresidencia Segunda y la cartera de Economía.
Un magnifíco ejemplo de renovación. Zapatero no tiene a nadie para renovarse y ha tenido que echar mano de la vieja guardia del felipismo para intentar salvar los muebles ante el previsible fracaso electoral. Pedro J. Ramírez ha descrito este cambio como la vuelta de la "banda de la tortilla". Chaves, que acumula escándalos en su gestión al frente de la Junta andaluza en la que ha colocado a sus hermanos sin ningún tipo de escrúpulos, fue Ministro de Trabajo con Felipe González teniendo en su currículum el mérito de haber generado el mayor número de parados de la democracia. Blanco ha visto recompensados sus mordiscos a Rajoy y al PP con un Ministerio. Por cierto, se ha despedido de su blog, en el que presumía de acercarse a sus lectores en camisa y sin corbata, para inaugurar la web ministerial con una colección de fotos de posado embutido en un traje de Armani o Boss, según dicen. El clan de los actores de la "ceja" también ha visto premiado su apoyo incondicional al zapaterismo al ser designada ministra su cabecilla. Su objetivo, tras la imposición del cánon que presume que todos somos "piratas", consistirá en subvencionar el invendible cine gubernamental para contrarrestar producciones externas a la par que penalizará el uso de la ADSL en la misma presunción de pirateo que justificó su cánon digital.
Probablemente ha llegado la hora de formular una moción de censura ante este gobierno. Justo sería darle los cien días de confianza y hacerlo después del verano, aunque Zapatero, en su línea de levitación constante con falta de desgaste de suela zapateril (por lo de no tocar con los pies en tierra) ya ha alardeado que no serán necesarios más de 30 días para acreditar la solvencia de su nuevo gobierno.
Los ciudadanos no pueden esperar más de lo estrictamente necesario. Se aproxima la hora de tomar grandes decisiones, desde la responsabilidad y con el compromiso firme de formar un gobierno de verdad.
Un magnifíco ejemplo de renovación. Zapatero no tiene a nadie para renovarse y ha tenido que echar mano de la vieja guardia del felipismo para intentar salvar los muebles ante el previsible fracaso electoral. Pedro J. Ramírez ha descrito este cambio como la vuelta de la "banda de la tortilla". Chaves, que acumula escándalos en su gestión al frente de la Junta andaluza en la que ha colocado a sus hermanos sin ningún tipo de escrúpulos, fue Ministro de Trabajo con Felipe González teniendo en su currículum el mérito de haber generado el mayor número de parados de la democracia. Blanco ha visto recompensados sus mordiscos a Rajoy y al PP con un Ministerio. Por cierto, se ha despedido de su blog, en el que presumía de acercarse a sus lectores en camisa y sin corbata, para inaugurar la web ministerial con una colección de fotos de posado embutido en un traje de Armani o Boss, según dicen. El clan de los actores de la "ceja" también ha visto premiado su apoyo incondicional al zapaterismo al ser designada ministra su cabecilla. Su objetivo, tras la imposición del cánon que presume que todos somos "piratas", consistirá en subvencionar el invendible cine gubernamental para contrarrestar producciones externas a la par que penalizará el uso de la ADSL en la misma presunción de pirateo que justificó su cánon digital.
Probablemente ha llegado la hora de formular una moción de censura ante este gobierno. Justo sería darle los cien días de confianza y hacerlo después del verano, aunque Zapatero, en su línea de levitación constante con falta de desgaste de suela zapateril (por lo de no tocar con los pies en tierra) ya ha alardeado que no serán necesarios más de 30 días para acreditar la solvencia de su nuevo gobierno.
Los ciudadanos no pueden esperar más de lo estrictamente necesario. Se aproxima la hora de tomar grandes decisiones, desde la responsabilidad y con el compromiso firme de formar un gobierno de verdad.
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