viernes, 14 de marzo de 2008

PERSPECTIVA ELECTORAL DESDE ALELLA

Pasados unos días ya desde la jornada electoral y una vez conformado el voto del Censo de Españoles Residentes en el Extranjero quisiera hacer una pequeña reflexión acerca de los resultados electorales.
A nivel nacional de todo el Estado está claro que el PSOE ha sabido movilizar a ese electorado de izquierda, más o menos radical, y a quienes les ha sabido llevar, con la ayuda de ETA, una imagen victimista del partido. El PSOE ha ganado las elecciones y podrá formar gobierno. Pero, pese a ello, no ha sido capaz de arrasar y conseguir la mayoría absoluta que ansiaban. Su techo, por lo menos con ZP, es el que ha tenido, 169 diputados. Y justo es reconocer que ese mérito se debe a los votantes catalanes, más incluso que al propio PSC. Efectivamente, los sufridores catalanes, que hemos padecido la gestión de cercanías, del corte de suministro eléctrico, de la sequí incluso, de la recesión económica y de un largo etcétera de calamidades, han seguido apoyando al partido socialista. Unos por el "miedo" en el que han apoyado su campaña (si tú no vas, ellos vuelven, cómo si quien tuviera que venir fuera el anticristo), otros por simpatía, y los más por pura reacción. El caso es que Catalunya ha dado su apoyo al PSOE.
El Partito Popular ha subido en número de votos y escaños. Ha recortado su distancia respecto del PSOE pero se queda en la oposición. Y ello, pese a los cuatro años de gobierno de ocurrencias y desbarates. Está claro que algo ha fallado. Especialmente en Catalunya. En el resto de España los resultados han mejorado. En Madrid, con el mayor porcentaje de participación de todo el Estado, el PP ha arrasado. El tópico de que la abstención beneficia a la derecha ya muerto y se ha demostrado falaz. El PP catalán, si bien ha conseguido dos escaños más que en la anterior convocatoria, no ha sido capaz de llevar a Rajoy a la Moncloa. La reflexión, en clave interna, debe pasar por hacer una autocrítica importante. El liderazgo de Dani Sirera no ha demostrado ser eficaz en términos electorales. Su condicionamiento desde Madrid, menos. Se ha perdido un valor importante en el Congreso como era Alicia Sánchez Camacho, al no conseguir su acta por Girona. Quizá ha llegado la hora de que el PP catalán sepa proclamar su propia idiosincracia y hacer su propia política respecto de Catalunya, desde Catalunya y para Catalunya. Lo mismo creo respecto de sus dirigentes y candidatos. La autonomía orgánica no debe residir tán sólo en una sigla añadida al nombre del partido, para hacer del PP un PPC. Esa sigla debe ser dotada de contenido si queremos que desde Catalunya incidamos también en la política nacional.
Dicho esto, debo mirar al resto de adversarios políticos. CiU apenas ha conseguido mantener los 10 diputados que ya tenía desde el 2004 cuando todos concurrieron contra el PP, desde el Pacto del Tinell. Ha bajado en número de votos y eso es significativo. La diferencia con el PPC ha disminuído y han dejado de ser clara alternativa en Catalunya. Por suerte para ellos, a otros les ha ido peor en la fiesta. ERC ha sufrido el bajón de su colocón del 2004. La efervescencia electoral, que aún mantiene a republicanos en distintas instituciones, se ha diluído y la anomalía ha sido corregida. No sólo han perdido 5 diputados en Madrid, sino que se han dejado en el camino 350.000 votos que tampoco han ido a parar a sus socios de gobierno socialistas. Simplemente, se los ha llevado el viento de la normalidad. El último bailarín electoral, ICV, ha conseguido mantener al chico de la bicicleta en Madrid con su chaqueta de pana incluída, aunque luego resulte que se compra la ropa en Gonzalo Comella. El porcentaje de voto ni siquiera llega al 5 % que es el mínimo legal en muchas democracias para poder ostentar representación parlamentaria. El comunismo ha pasado a ser, esta vez sí, algo residual en una democracia avanzada como la nuestra, aunque por encima de la Falange Española de las JONS, eso también es cierto.

A nivel de los llamados Paisos Catalans, el PP es la segunda fuerza, igualando casi en votos al PSOE, y a muchisima diferencia del resto de adversarios políticos (CiU y ERC).

En términos locales, el Partido Popular de Alella ha mejorado resultados respecto del comicio de 2004. Se ha subido en número de votos y en porcentaje, quedando por encima de la media del PPC en Catalunya, y consolidándose como la tercera fuerza política del municipio, muy por encima de ERC. Los resultados por colegios electorales también han mejorado. En el Colegio de La Gavina, que es el mío, el porcentaje de votos para el PPC ha sido del 25,89 %, mientras que ERC no llegaba al 8,5 %. Los mejores resultados de ERC los ha obtenido en el Colegio electoral del Alcalde en el que han pasado algo del 11 %, pero también por debajo del PPC.

Las reacciones en los partidos tampoco se han hecho esperar demasiado. Rubalcaba anuncia su voluntad de retirarse al no conseguir una mayoría abosulta de la que estaba convencido. El espectáculo que están dando desde ERC, sus dirigentes Puicercós y Carod no tiene desperdicio. Ambos se muerden publicamente sin pudor alguno, y la consecuencia es clara: ERC hará oposición pese a estar en el Govern de la Generalitat. Algo de lo que podría hablarnos el adalid de la abstención en Catalunya, el señor Maragall, y que probablemente nos lleve a no agotar una vez más la legislatura catalana. La ejecutiva del PP ha ratificado a Mariano Rajoy como líder, aunque ha empezado a asumir responsabilidades por no conseguir la victoria, como es la marcha de Zaplana de portavoz del grupo y la, previsible, no continuación de Acebes en la Secretaría General del partido. En Catalunya también sería necesaria alguna reflexión. El coordinador electoral regional, García Albiol, no ha abierto la boca para nada, y el Presidente Sirera no acaba de reconocer que Catalunya no ha cumplido los objetivos necesarios, pese a haber realizado el PPC la mejor y más intensa campaña que jamás se hizo. Pero el PP es un partido democrático de verdad que entiende que esas consecuencias deben dirimirse en los procesos congresuales que a partir de junio dirán quien lidera el proyecto a nivel nacional, quién a nivel catalán y quien a nivel local. Los militantes serán quienes decidan, cómo debe ser.

No hay comentarios: