Ya han pasado las elecciones municipales y nada ha cambiado, aparentemente. Pero digo aparentemente. Aparentemente, ERC y PSOE-PSC siguen gobernando tal y cómo lo venían haciendo desde hace siete años. Pero ahora ya no cuentan con un Gobierno afín en la Generalitat que les financie sus obras, como la prevista, de más de siete millones de euros, para el nuevo Casal de Alella. Tampoco cuentan con una Diputación que les pueda financiar por sintonía política. Ni tan siquiera cuentan con el Consell Comarcal del Maresme para sacarles las castañas del fuego en el último momento. Todas esas instituciones ya tienen otro color político. Igual que lo tendrá a partir de noviembre, si a ZP le quedara algo de verguenza y convocara elecciones anticipadas, el próximo gobierno del Estado. Alella se ha convertido en el último bastión de una ERC en retroceso y casi extinción. Y ha necesitado del apoyo incondicional de la nueva regidora socialista para poder mantenerse en gobierno. Ambos podrán vivir de las arcas municipales cuatro años. Pero ese gobierno de ERC y PSOE-PSC tampoco es el mismo que hace cuatro años. De los regidores de ERC que acompañaron a Francisco en su primer mandato ya no queda ni uno. Todos han desaparecido. De su segundo mandato sólo una regidora repite. De La Garnatxa tampoco queda nada. Pero, curiosamente, sí está la exregidora del PP que en su momento facilitó la alcaldía a Francisco. Reconvertida ahora en independentista por pura simbiosis. Igual que el expresidente del Casal d’Alella, la entidad privada de la que soy socio y que ha hecho seguidismo incondicional de ERC durante los últimos ochos años a cambio, presumiblemente, del compromiso del republicano de tirar adelante un proyecto de nuevo Casal que económicamente resulta inviable por la imposibilidad material de que el ese socio privado del Consorci Municipal del Casal, es decir, el Casal d’Alella, aporte su participación económica en la obra que depende de la venta y edificación de los terrenos que ahora ocupa y que, lógicamente, no pueden tener ahora el mismo precio que cuando, en su momento, se hizo una valoración de ese patrimonio. Por ello probablemente, el expresidente de muchos años de esa entidad privada se ha convertido en el segundo hombre fuerte del nuevo gobierno municipal. Probablemente su presencia institucional consista especialmente en fiscalizar que ese compromiso de Francisco siga adelante. Y menos mal que la firme oposición de todos los grupos de oposición, PP, CiU y Gent d’Alella, ha servido para que el nuevo gobierno socialrepublicano rectifique y no aumente los sueldos de los electos éste año aproximadamente un 10% y a partir de enero del año próximo un 15%, tal y cómo había planteado Francisco. Feliz verano y Feliz Fiesta Mayor.
(Artículo revista El Full, julio 2011)
No hay comentarios:
Publicar un comentario