El oficio con la bandera nacional y el escudo del Aguila de San Juan
Zapatero en Mathausen con las banderas republicana y separatista catalana
El pasado fin de semana el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plá, ofició una ceremonia religiosa en recuerdo de los miles de mártires de Paracuellos del Jarama.
Las llamadas matanzas de Paracuellos fueron una serie de episodios organizados de asesinato masivo de varios miles de prisioneros considerados opuestos al bando republicano. Tuvieron lugar durante la Batalla de Madrid en el transcurso de la Guerra Civil Española, en los parajes del arroyo de San José, en Paracuellos de Jarama, y Soto de Aldovea, en el término de Torrejón de Ardoz, cercano a la capital española.
Las matanzas se realizaron aprovechando los traslados de presos de diversas cárceles madrileñas, conocidos popularmente como sacas, llevados a cabo entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936, mientras se enfrentaban las tropas gubernamentales y franquistas por el control de la ciudad. Del total de 33 sacas de presos que tuvieron lugar en las fechas citadas, 23 de ellas terminaron en asesinatos: las de los días 7, 8, 9, 18, 24, 25, 26, 27, 28, 29 y 30 de noviembre y las del 1 y el 3 de diciembre. Entre el 10 y el 17 de noviembre no hubo extracción alguna, y desde el 4 de diciembre cesaron.
Los convoyes mencionados fueron desviados hacia los lugares del arroyo San José, en la vega del río Jarama, y a un caz o canal de irrigación fuera de uso, en la vega del río del Henares donde miles de prisioneros fueron asesinados. Entre ellos se encontraban militares que habían participado en la sublevación o que no se habían incorporado a la defensa de la República, falangistas, religiosos, militantes de la derecha, burgueses y otras personas que en su inmensa mayoría habían sido detenidas por ser simplemente consideradas como partidarias de la sublevación, y custodiadas sin amparo legal ni acusación formal.
Tras ser extraídos de las prisiones con listas elaboradas y notificaciones de traslado o libertad con membrete de la Dirección General de Seguridad y, en ocasiones, firmadas por Segundo Serrano Poncela, el delegado de Orden Público de la Consejería de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid, encabezada por Santiago Carrillo, y posteriormente fusilados de manera sumaria por milicias pertenecientes a las organizaciones obreras. Antes del 7 de noviembre ya habían tenido lugar algunas sacas, especialmente durante el mes de octubre, fruto del cambio de manos del control de las prisiones, que pasó de las de los funcionarios de prisiones a las de las milicias a raíz del asalto a la Cárcel Modelo, que tuvo lugar el 22 de agosto de 1936, si bien el número de asesinados fue mucho menor y carecieron del carácter sistemático y organizado que tuvieron las de noviembre y diciembre.
La matanzas de Paracuellos son consideradas las de mayor dimensión que tuvieron lugar en la retaguardia de la zona republicana. El número de asesinados ascendió a varios miles, entre 3.000 y 6.000, si bien la cifra exacta sigue siendo objeto de discrepancia y controversia. También son objeto de enconadas discusiones aspectos como quién dio la orden de ejecutar a los evacuados de las cárceles, por qué unas sacas terminaron en asesinatos masivos en tanto que en otras los prisioneros llegaban sanos y salvos a su destino y, en definitiva, las responsabilidades directas e indirectas de los fusilamientos.
Pero la polémica no residía en el motivo de la celebración, en el oficio de recuerdo o en el homenaje posterior ante las fosas comunes. La discordía nacía de la presencia en el altar de lo que el PSOE de Alcalá de Henares calificó como "bandera preconstitucional". La ignorancia de algunos les lleva a desconocer la verdad. La Bandera de España, conocida como la Rojigualda, con todos sus elementos actuales fue adoptada el 5 de octubre de 1981 al aprobarse la Ley que establece la última versión del Escudo Nacional. Con anterioridad, la Constitución de 27 de diciembre de 1978 especificaba en su Artículo 4.1: «La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas». Se trata del mismo diseño que fue adoptado como pabellón nacional de España en 1785, y que, a excepción del diseño adoptado entre 1931 y 1939 en la II República, sólo ha ido variando el modelo de Escudo Nacional. Y a eso se referían los socialistas alcaleños cuando alegaron la ilegalidad de la enseña nacional. Pero su lerdez también aquí les hizo faltar a la verdad. El escudo que aparece en la bandera nacional, la vigente, que recoge la fotografía no es el franquista como dicen. El Aguila de San Juan constituye enseña nacional desde los Reyes Católicos, en sus distintas manfiestaciones. Pero el escudo de la bandera en cuestión es el aprobado en 1977, muerto ya Franco, y que estuvo vigente entre el 11 de octubre de 1977 y el 5 de octubre de 1981, fecha en la que el escudo fue sustituido por el actual. Ls columnas del Non Plus Ultra del escudo de 1977 están recogidas bajo las alar encorvadas del águila, a diferencia de los escudos vigentes entre 1938 y 1977 que estaban fuera de las rectas alas. En cualquier caso, el escudo del Aguila de San Juan es más constitucional que el actual ya que corona el ejemplar original de nuestra Constitución de 1978.
Otra historia distinta es la de la utilización de banderas ilegales que no representan a la nación española aunque si lo hicieran en épocas felizmente pasadas. Me refiero a la bandera de la II República que acompaño a Zapatero en su visita homenaje a los muertos en el campo de concentración de Mathausen. Junto a esa bandera, que en la actualidad sólo representa a radicales antidemócratas y antisistema, también adornaban la figura del presidente socialista banderas de las denominadas esteladas y que nunca jamás representaron a nación, región, o comunidad autónoma alguna, aunque sí representaran en su momento a algún partido catalanista y ahora represente a grupos radicales antiespañolistas y separatistas. Lo de Zapatero es exactamente lo mismo que si apareciera en el Valle de los Caidos junto con banderas de Falange Española y de las JONS o de la Comunión Tradicionalista. Aunque éstas banderas si fueron oficiales de España hasta 1945 ondeando legalmente junto a la enseña nacional, la rojigualda, en su consideración de banderas políticas del Nuevo Estado Español. En la actualidad, además del bagaje histórico de esas banderas, representan a determinados partidos políticos, de la misma forma que lo hacen la republicana y la estelada.
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