jueves, 9 de octubre de 2008
¿HEIL PUJOL?
Es de todos sabido que Jordi Pujol estudió en el Colegio Alemán pero menos conocidos son los detalles de su estancia en dicho centro. El Colegio Alemán de Barcelona fue cerrado en el curso 1936-37 por la Guerra Civil. La mayoría de los residentes alemanes en Barcelona escaparon como pudieron del régimen republicano. El III Reich evacuó residentes incluso mediante submarinos alemanes que se acercaban amparados por la noche a la costa barcelonesa. Los alumnos del centro barcelonés que pudieron llegar a Alemania fueron reubicados en dos centros, uno para chicos y otro femenino. Al finalizar la guerra en España el Colegio Alemán fue reabierto con todos los apoyos del nuevo régimen español. La actividad nacionalsocialista del centro escolar se multiplicó respecto a la que ya había mantenido durante la república española. Todo el profesorado era miembro del NSDAP. Las chicas formaban parte de la organización exterior de la Liga Femenina Alemana, el equivalente nazi a nuestra Sección Femenina, mientras los chicos militaban en las Hitlerjugend. Era frecuente ver en la actual calle Moià, donde estaba ubicado el centro entonces, a padres vestidos con uniformes nazis de todas las organizaciones del NSDAP llevando a sus hijos al colegio. Se veían uniformes negros de las SS, pardos de las SA o del NSDAP, mientras que los alumnos se ataviaban con sus respectivos uniformes juveniles o infantiles en las fechas más señaladas de las calendas nazis. En ese ambiente se educó nuestro Jordi Pujol. Mientras en el resto de centros escolares españoles era habitual empezar el día con los gritos rituales de ¡Viva Franco, Arriba España!, Jordi Pujol lo hizo cada día desde el 25 de septiembre de 1939 hasta el 5 de junio de 1945, fecha en la que el Colegio fue clausurado por presiones de los aliados y el centro incautado por las autoridades francesas que después lo rebautizaron como Liceo Francés, gritando ¡Heil Hitler, Arriba España! Sí, es cierto, desde los 9 hasta los 15 años nuestro Expresident gritaba jubiloso ese Viva Hitler con su brazo extendido en saludo nazi. En la página web Centre d'Estudis Jordi Pujol se dice, en su biografía oficial:
"Jordi Pujol explica en más de una ocasión que cuando tenía 11 años contempló un paisaje deshecho por la guerra civil, y su tío y un amigo comentaron: "Se necesitarán muchos años para rehacer todo esto". A partir de entonces, Pujol piensa por primera vez en un hito de su futuro: reconstruir Cataluña.
El ambiente familiar que vive es marcadamente catalanista. Este catalanismo se pone de relieve desde muy pequeño. Cuando sólo tenía doce o trece años, un verano en Premiá pide a su tío un libro para aprender a leer y escribir en catalán. Ésta será una de sus constantes: la autoformación.
Cuando acaba el Bachillerato no tiene claro qué carrera estudiar. Al fin se decide por Medicina. Sin una especial dedicación cumple sus deberes y obtiene un buen expediente. Durante la época universitaria se relacionará con nombres que recordará toda su vida como Jaume Vicens Vives, Josep Benet, Joan Triadú y Raimon Galí, a quien considerará como uno de sus maestros.
Activismo y prisión
Desde 1946, con 16 años, Jordi Pujol actúa en la resistencia contra el régimen del General Franco desde una vertiente política y cultural: la lucha por la democracia y la defensa de la lengua y la cultura y, en general, la identidad catalana perseguida por la dictadura".
Sin embargo, la realidad fue muy distinta de lo que se dice en esa web. La escolarización en un colegio nazi no era obligatoria, era, como muy bien ha dicho el actual President José Montilla (de Iznájar, Córdoba) una opción personal. De la misma forma en la que Montilla hoy lleva al Colegio Alemán sucesor de aquel a las dos hijas habidas con su segunda esposa (la prole de su primera esposa sólo mereció colegio público) por una decisión personal de sustraer a esas niñas Montilla de la escolaración pública, de la inmersión linguística, pagando (suponemos) un pellizco importante de los 160.000 euros que le pagamos todos por hacer de President de la Generalitat, los padres de Jordi Pujol decidieron también, como una opción personal, escolarizar a su retoño en aquel colegio nazi en el que se festejaban las victorias de las tropas alemanas, el cumpleaños del Führer, el aniversario de la llegada al poder del NSDAP, el día del Pustch de Munich (aquél golpe de estado con el que Hitler quiso hacerse con el poder ya en 1923) y otras efemérides del santoral ario y nazi. Algunos de sus amigos, de sus compañeros de clase fueron alistados al cumplir los 18 años y algunos cayeron luchando por su Führer en el frente ruso frente al ejército rojo. El propio Jordi Pujol lo ha reconocido. Hoy me he cenado con ese testimonio que ha sido emitido por el canal 33 de Televisió de Catalunya. No es de extrañar que algunos años después hiciera su servicio militar como alférez y disfrutara llevando el uniforme del Ejército Español pero a la usanza de años anteriores, es decir, al estilo más nazi...esteticamente hablando.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario